CMM, ¿ capability maturity model ó chantas marketing merchandise ?

 

Todavía están dando vueltas los comentarios a la visita del gurú, cuando el presidente de la empresa donde trabajo como líder de proyectos anuncia la contratación de los servicios de una consultora de India para la realización de un pre assessment a nuestra organización. El objetivo es certificar CMM nivel 3 en los próximos meses. Más precisamente el día 10 de agosto.
Debo contarles antes cómo llegamos a esta instancia después de un largo año de trabajo. Una consultora local condujo el proceso de definiciones de procesos y metodologías que gobernarían nuestra fábrica. A cargo de la gerencia de calidad está una persona con formación en informática pero que no proviene del área de desarrollo y un factory manager con similares condiciones para su rol. Hago esta aclaración porque siempre pensé que los responsables de conducir grupos deben haber recorrido todos los roles del grupo a conducir. En este caso, un ex programador. Mi razonamiento me recuerda alguna película de Hollywood en la que un oficial egresado de la academia militar, con una vasta carrera en los ambientes cercanos al comando, un día llega al frente. Entonces, el viejo sargento le recuerda, que eso que pasa allí se llama guerra, al ver que en el frente el oficial se convierte casi en un estorbo. Sin embargo nuestros empresarios prefieren este tipo de oficiales para conducir los procesos vitales de sus empresas. Debo también contarles que formamos parte de la empresa un puñado de personas con criterio y experiencia que dimos nuestra visión acerca de la certificación a plazo fijo, y no fuímos escuchados. Debo decir que nuestra objeción se fundamenta en la poca cantidad de proyectos realizados, lo que implica una escaza madurez (Maturity). Propusimos trabajar en la forma definida hasta lograr una mayor madurez y así poder encarar el proceso que ahora la gerencia instaló en forma prematura en la organización.
A todo esto, quiero agregar mis dudas acerca de la posibilidad de éxito de una fábrica de software. Parece ser que el software tiene que seguir los mismos pasos que las otras industrias, es decir pasar de un estado artesanal a una revolución industrial, para luego convertirse y evolucionar en una era post industrial. Sin embargo y a pesar de los logros en tal sentido obtenidos en lugares como la India, conservo mi opinión de que es posible recorrer un camino distinto, que genere productos de igual calidad con grupos reducidos y fuertemente integrados. Mas allá de las características del desarrollo del software como actividad y de los involucrados en la misma, tema que daría para escribir varios libros, deberíamos también mirarnos en el espejo de la India y analizar las diferencias que nos separan como personas, que seguramente no son pocas.
De todas formas participaré en este proceso acelerado y después les cuento. Mientras tanto, en los ratos libres sigo leyendo a tipos como Kent Beck, Martin Fowler, Robert Martin, Steve McDonnell y Alistair Cockborn, todos ellos soldados que hicieron su carrera en las trincheras del frente de batalla.

 

Guillermo Pantaleo, abril de 2004.

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